EMDR significa "Desensibilización y Reprocesamiento por Movimiento Ocular" (Eye Movement Desensitization and Reprocessing).
Es un modelo de terapia con un enfoque integral que ha mostrado ser efectivo para diversos trastornos psicológicos como en problemas de salud mental cuya sintomatología y perturbación limitan la adaptación normal de la persona a la vida cotidiana. Se utiliza principalmente para abordar experiencias de vida adversas que contribuyen a generar problemas en el presente.
Desde la perspectiva de EMDR los problemas psicológicos se generan a partir de experiencias no asimiladas. En ocasiones, experiencias adversas que enfrentamos nos impactan de tal manera que superan nuestros recursos y la capacidad que tenemos para gestionarlo emocionalmente. La reacción que ello nos produce es tan intensa que nuestro cerebro no puede asimilar la información y esta queda bloqueada y atascada en el sistema nervioso.
"No podemos hablar de lo que pasó sin sentirnos mal, y si lo hacemos es como si lo volviésemos a sufrir de nuevo. Sabemos dónde está la salida, pero por algún motivo no podemos ir hacia ella: nos aislamos, no hacemos cosas que sabemos que nos ayudarían… El cerebro sigue intentando resolverlo, trae a nuestra mente una y otra vez lo sucedido, se repite en nuestros sueños… pero nada cambia realmente. Como la vida ha de seguir adelante, muchas veces estos sucesos pueden quedar almacenados en la memoria, aunque hayamos dejado de pensar en ellos o de darle vueltas al tema. Un tiempo después (pueden ser incluso muchos años) puede pasar algo, a veces insignificante, que dispara de nuevo todos estos recuerdos, emociones o sensaciones físicas. Podemos ver claramente la conexión entre ambas cosas, o no ser en absoluto conscientes de ello. Cuando los pacientes llegan a consulta muchas veces están en este segundo caso: tienen dolor o síntomas físicos que no entienden, están deprimidos, ansiosos, consumen sustancias perjudiciales… Ellos pueden entender o no la conexión con las experiencias que fueron generando este malestar. Pero en todo caso podemos desbloquear y procesar esas experiencias previas, trabajar con los síntomas y ayudar a la persona a recuperar la capacidad de disfrutar, de vivir su vida" (Anabel Gonzalez, 2024).
Transformar las redes de memoria almacenadas de forma desadaptativa en información adaptativa aumentando así la capacidad de responder adecuadamente a las situaciones actuales.
Cambio de rasgos: cambios duraderos en percepciones, perspectivas y respuestas desadaptativas.
Incorporar las habilidades, comportamientos y creencias adaptativas necesarias sobre uno mismo y los demás.
Lorgrar resultados de tratamiento lo más efectivos y eficientes posibles, mientras se mantiene la estabilidad y seguridad del paciente.
Problemáticas en las que la aplicación de la terapia EMDR ha resultado exitosa gracias a la investigación y evidencia empírica.
Trastornos de apego
Trastornos de personalidad
Trastornos de ansiedad, pánico y fobias
Ansiedad Social
TEPT trastorno de estrés post traumático
Problemas de conducta y autoestima
Pena y duelo
Trastornos depresivos
Trastorno dismórfico corporal
Trastornos disociativos
Dolor crónico, dolor de miembro fantasma, temáticas de salud
Entre otros
El concepto de trauma que se maneja en EMDR no se refiere únicamente a accidentes o problemas extremadamente graves. Hablamos de experiencias vitales adversas, de circunstancias cotidianas, que por diversos motivos siguen marcándonos a pesar del paso de los años. Un profesor de matemáticas muy crítico pudo marcar la carrera que elegimos, las burlas de los compañeros por un poco de sobrepeso en la adolescencia pueden hacer que 20 años después nos sigamos sintiendo insatisfechos con nuestro físico. Una mala experiencia con una pareja puede marcar nuestra actitud hacia futuras relaciones. Un padre muy exigente, aunque sea por nuestro bien, puede hacer que nunca sintamos que hacemos lo suficiente. No definiríamos ninguna de estas circunstancias como traumáticas, pero sí diríamos en EMDR que son recuerdos no asimilados, que aún están activos en nuestro sistema. El procesamiento de estos recuerdos con EMDR produce cambios visibles en el aquí y ahora, en cómo nos sentimos con nosotros mismos y en cómo funcionamos en el momento presente.
El trabajo con EMDR es diferente de las psicoterapias clásicas como la terapia cognitivo conductual o el psicoanálisis. Lo que hace EMDR es activar el sistema de procesamiento de la información del cerebro, es decir, la capacidad natural que tiene nuestra mente para procesar los eventos adversos. El paciente y el terapeuta localizarán las experiencias clave que se conectan con el problema actual, accederán a esos recuerdos y las creencias, emociones y sensaciones que los acompañan, y ayudarán al cerebro a desbloquear esa información, procesarla e integrarla.
Se ha relacionado el efecto de la terapia EMDR con la fase REM del sueño, en la que espontáneamente se producen los mismos movimientos de los ojos. En es la fase que se pone en marcha cuando estamos soñando. Es posible que este mecanismo esté en nuestro cerebro como un modo de ayudarnos a asimilar las circunstancias de la vida que durante el día no hemos podido elaborar del todo. Por ello durante el sueño vienen a veces fragmentos de cosas que nos han pasado, o temas antiguos que no hemos superado. Quizás esto explique por qué vemos las cosas distintas después de haber dormido. Se ha comprobado también en numerosas investigaciones que los movimientos oculares actúan sobre el sistema nervioso autónomo -que regula la activación y la relajación- y podrían volver a poner en marcha un reflejo instintivo de orientación que durante experiencias adversas se quedó bloqueado. También se ha propuesto que el movimiento ocular tiene un efecto directo sobre el procesamiento de la memoria, en concreto de la memoria de trabajo, que haría que los recuerdos fueran reprocesados, esta vez de un modo adaptativo.
La terapia EMDR puede aplicarse tanto de manera presencial como de forma virtual. En ambos casos resulta eficaz y se logran los objetivos planteados al inicio del tratamiento. El terapeuta te explicará que elementos necesitan para trabajar de manera virtual y en que ocasiones recomienda no iniciar un proceso de terapia bajo esta modalidad.
Aparte de una gran cantidad de estudios en trastorno por estrés postraumático, que han llevado a EMDR al reconocimiento como una de las terapias de primera elección para los problemas postraumáticos en las guías clínicas internacionales, se está estudiando la aplicación de esta psicoterapia en muchas enfermedades, como depresión, esquizofrenia, trastorno bipolar, y diversas patologías médicas y psiquiátricas. A día de hoy EMDR es considerada como una terapia basada en evidencia empírica. Por supuesto, esto sólo es así cuando se aplica EMDR siguiendo los estándares que han sido evaluados en investigación. Muchas corrientes terapéuticas se han apropiado de elementos de la terapia EMDR o incluyen movimientos oculares o estimulación bilateral, sin seguir un protocolo de intervención adecuadamente testado. Hay también terapeutas que afirman trabajar con EMDR, pero que no siguen procedimientos rigurosos. Por ello, los terapeutas que trabajen con EMDR han de contar con una formación avalada por las organizaciones nacionales e internacionales que acrediten dicha formación, como EMDR Institute, EMDRIA, EMDR Perú, entre otros.
Fuentes:
Gonzalez, A. (4 de abril de 2024). La Terapia EMDR. https://anabelgonzalez.es/informacion-para-pacientes/
Shapiro, F. (2001, 2018). Desensibilización y reprocesamiento del movimiento ocular:
principios básicos, protocolos y procedimientos. Nueva York: The Guilford Press.